Los vestigios que nos llegan de antiguas civilizaciones a
menudo demuestran que no todo es lo que parece. Aquellas cosas que escapan a la
regla supuesta no son bien vistas por los grandes medios de comunicación ni por
las universidades del mundo, las cuales no hacen cátedra sobre estas
cuestiones. Pero el impulso por buscar la verdad siempre fue un factor
determinante en el espíritu de los hombres, movilizados constantemente por la
curiosidad.
En los libros de historia usualmente se elige obviar
información, o bien tergiversarla. José Luis Camacho en su libro La conspiración reptiliana y otras verdades
que ignoras dice que la conspiración ha forjado el destino del ser humano,
y que aquellos que son llamados «conspiracionistas» en verdad deberían ser
llamados «historiadores». Y es que la historia misma del hombre se ve asaltada
por conspiraciones de todo tipo, que enmarañan la realidad en pos de los
intereses de algunos pocos.
La Antigüedad se ve plagada de enigmas, aunque
lamentablemente no sean muy divulgados. Frecuentemente la Arqueología moderna
busca cubrir con una fina capa de cemento los baches que se forman dentro de su
territorio, intentando explicar con argumentos en algunas ocasiones ridículos
lo inexplicable. Uno de esos enigmas es aportado por la presunta existencia de
máquinas voladoras de origen hindú hace miles de años. ¿Existió una
civilización avanzada que surcaba los cielos hindúes en artefactos voladores? El
indicio de la presencia de dichas máquinas en el pasado es proporcionado por la
antigua literatura de la India.
El famoso libro Samarangana-Sutradhara
es una obra clásica escrita por el rey Dhara entre el 1000 y el 1055 d.C. que
aborda temas tales como la arquitectura de casas y templos hindúes, el
planeamiento urbanístico de su territorio, su escultura decorativa, su pintura
artística y los mudras (gestos que consideraban sagrados realizados,
generalmente, con las manos) que empleaban. Sin embargo, lo realmente curioso es
el apartado dedicado a los vimanas. Y
he aquí la cuestión: se entiende por vimana
a una antigua máquina voladora que utilizaban los dioses hindúes para
trasladarse por los cielos. En el texto que nos atañe, se dan ciertas pautas
que deben seguirse para la producción de dichos transportes. Así, se indica que
los mismos deben ser fabricados con un material liviano, cuya elaboración debe incorporar
elementos tales como mercurio, hierro, plomo y cobre. A su vez, se especifica
que estos artefactos podían volar por los aires a grandes distancias utilizando
la potencia de motores de mercurio. Este elemento, que según el Samarangana-Sutradhara debía colocarse
en el interior del armazón de la nave dentro de cuatro grandes contenedores de
acero, se recalentaba a través de un sofisticado sistema de calefacción
otorgándole al vimana el poder suficiente para propulsarse. En su interior, un
viajero cómodamente sentado podía recorrer largos trechos de la manera más
maravillosa en aquellos tiempos. De acuerdo con lo propuesto por el texto, siguiendo
estos procedimientos se podían crear vimanas «del tamaño de un templo».
Otra importante mención a estos gigantes del cielo es la que
se enmarca en el Ramayana, una de las
obras más influyentes de la antigua India, cuya aparición se remonta hacia el
siglo III a. C. aproximadamente. En el texto épico se describen a los vimanas
como aeronaves de doble piso, cilíndricas, rodeadas de ventanas ojos de buey y
con una cúpula que les sobresalía desde el extremo superior. Asimismo, se
detalla que estos refinados artefactos volaban «a la velocidad del viento»
produciendo «un sonido melodioso» similar a un zumbido. No sería desapropiado,
teniendo en cuenta la descripción de las aeronaves traída por el Ramayana, comparar a los antiguos
vimanas con el concepto moderno de platillo
volador, ya que casualmente ―o no―, ambas estructuras serían
sorprendentemente similares.
|
Platillo volador moderno que encaja a la perfección con
la idea de los vimanas proporcionada por el Ramayana.
Fuente: http://matrix31-laquintacolumna.blogspot.com.ar/
|
Los antiguos textos
hindúes también detallan que existieron cuatro tipos de vimanas diferentes. El Shakuna Vimana, el Sundara Vimana, el Rukma
Vimana y el Tripura Vimana.
Roberto Pinotti, reconocido sociólogo italiano e investigador en el área de la
ufología, expuso que el Tripura Vimana funcionaba a través de energía solar y
que su aspecto era parecido al de un dirigible moderno.
De acuerdo a sus interpretaciones, el Dr. Pinotti considera
que el Vaimanika-Shaastra es el texto
más antiguo en abordar la cuestión de los vimanas, si bien su veracidad es
discutida hoy en día. Dicho texto revela ciertas técnicas que se deberían
emplear para un correcto control de los artefactos voladores, brindando a su
vez imágenes y detalles de los distintos modelos de vehículos. Presuntamente
fue escrito por Subbaraya Shastry entre los años 1919 y 1923 a través de la
escritura mediúmnica ―método en el cual no interviene la mente consciente y lo
que se produce puede ser provocado por el inconsciente del individuo, o bien
por un agente externo―. De esta manera, el autor le adjudica la producción del
libro al maharashi Bhardwash, un antiguo sabio de la mitología hindú, quien mediante
la intercesión de Shastry habría escrito el manual. Claro que esto es muy
discutible, pero no puede negarse el hecho de que la escritura mediúmnica es un
método que se utiliza y la posibilidad de que logre resultados asombrosos.
Por otro lado, cabe destacar la extraña
estructura con forma de campana del Rukma Vimana, que me parece
inquietantemente similar a la del enigmático Die Glocke, un artefacto
desarrollado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial que al parecer
se impulsaba a través de la generación de ondas antigravitatorias.
|
Comparación entre el Rukma Vimana hindú y el Die
Glocke alemán. Si bien las estructuras no
son exactamente iguales, ambas tienen en su aspecto de campanario.
|
La
«campana» diseñada por los nazis se alimentaba a través de dos cilindros
giratorios que funcionaban a base de un nuevo combustible llamado Xerum 525, el
que se estima que derivaba del mercurio, elemento que era utilizado como fuente
de poder por los antiguos hindúes en sus míticos vimanas. El III Reich bien
pudo haber contado con cierta información acerca de estos artefactos voladores
y haberla aprovechado para satisfacer sus propios intereses, qué duda cabe.
Pero estas son meras conjeturas, que por más lamentable que sea, probablemente
nunca se puedan esclarecer, como tantas otras que atañen al mundo del misterio.
El
Mahabharata es otro antiguo texto
hindú que recopila datos sobre los hechos relativos a dioses y héroes de la
antigua India, así como intenta develar el enigma de la creación del cosmos,
entre otras cosas. Se estima que fue escrito hace unos 3500 años y sus
historias datan de miles de años antes de su aparición. Charles Berlitz, lingüista
de la Universidad de Yale y reconocido escritor de obras sobre fenómenos
paranormales, indicó que en el Mahabharata se aborda el tema de los vimanas
detallando instrucciones de cómo eran accionados. En su libro El Triángulo de las Bermudas cita una
referencia del texto hindú sobre estas aeronaves, la cual reza que eran
«carruajes de dos pisos con muchas ventanas que proyectaban llamaradas rojas y
que volaban como cometas a las regiones del cielo y de las estrellas.»
Y los vimanas no representan la
única herencia que nos llega de nuestros ancestros sobre máquinas aéreas. Otras
evidencias, como lo es el avión de oro expuesto en el State Bank de Bogotá o
los jeroglíficos de vehículos modernos del templo de Abidos en Egipto, nos
demuestran que las cosas, tal y como las concibe la ciencia ortodoxa, no cierran
en muchos casos. ¿Acaso existieron otras humanidades que dejaron sus vestigios
en la Tierra? ¿Seres de un sitio remoto y ajeno a nuestro planeta lo visitaron
y entraron en contacto con nuestros ancestros? La verdad es una cuestión de fe,
y a fin de cuentas es usted quien elige qué creer. Lo único cierto a este punto
es que aún queda mucho por descubrir en este mundo maravilloso plagado de
misterios.
|
Arriba: escultura
de oro de un presunto avión precolombino exhibido en Bogotá
Abajo: antiguo
jeroglífico hallado en Abidos, Egipto, donde resaltan las figuras de lo que
podría ser un helicóptero, un submarino, y otras aeronaves desconocidas
|