jueves, 15 de marzo de 2018

La realidad implantada: parte I

La importancia acerca de la existencia de grandes medios de comunicación que mantengan a las masas informadas no es un tema discutible en este trabajo. Considero que, en mayor o menor medida, todos somos seres hambrientos de información y, hasta cierto punto, estar al tanto de los principales hechos que se desarrollan tanto a nivel local como global es menester. 
Dicho esto, quiero adentrarme en lo que nos trae en esta ocasión, sin antes exigir amablemente que se establezca una constancia reflexiva y que nos quitemos por un rato el traje de animal político, pese a la dificultad que esto representa a raíz de las fuerzas externas que impactan sobre todos. Así, sería interesante partir de la siguiente pregunta: ¿existe el altruismo informativo en los medios de comunicación? O, más sencillo, ¿todo lo que nos cuentan es verdadero y no median intereses que distorsionan la realidad? 
Seguramente cada uno tenga, a priori, una postura al respecto. Centraré este análisis en tres hechos que servirán como ejemplos para el desarrollo y se publicarán en tres artículos distintos. A partir de ellos, intentaré demostrar la manera en que los grandes mass media se proponen manipular la opinión pública en pos de sus intereses. 
Quienes vivan en la Argentina probablemente tengan noción de los sucesos acontecidos en el Congreso de la Nación cuando se sesionó buscando hacer ley a una nueva reforma previsional que afecta en varios aspectos a las jubilaciones. Sin entrar en la polémica ni en la puja política y moral de esta ley, considero relevante analizar la postura que tomaron los medios hegemónicos argentinos el día después de la sanción de la misma.  
Portada diario La Nación, 19 de diciembre de 2017
En aquella jornada, miles y miles de personas se reunieron en las afueras del Congreso reclamando la impugnación de una ley que consideraban perjudicial para la población. Pese a ello, sus voces no fueron escuchadas. Al grito unánime y pacífico de las masas se unió el de otros pocos de procedencia desconocida que, de manera violenta, destrozaron todo a su paso y se enfrentaron a las fuerzas de seguridad. Pocos fueron los que luego se preguntaron a quiénes beneficiaron realmente estos hechos, quizá por la falta de reflexión impuesta por el fanatismo político que se vive en este país en los tiempos que corren. Pero como ahora, por un momento, descolgamos las banderas y tiramos al suelo la remera de nuestro partido, podemos pensar un poco más claramente las cosas. ¿Quiénes se aprovecharon de los hechos violentos?  
Que la mayor parte de la sociedad estaba en contra de la sanción de la ley es de público conocimiento y no hace falta hacer observación alguna al respecto. De esta forma, es fácil ver que los partidos de izquierda y la oposición en general no necesitaban de la fuerza bruta para tener la aprobación de la población sobre la manifestación popular. Otra conclusión que se puede sacar es que la aplicación de la violencia y el susodicho enfrentamiento con la policía sólo podían ensuciar una protesta completamente leal y legítima, quitándole peso al reclamo y dejándolo en un segundo plano. En los grandes medios fue prácticamente imposible ver imágenes de la verdadera marcha, tanto el día de los acontecimientos como los posteriores. Los programas de televisión que cubrieron los hechos en vivo inundaron las pantallas con fragmentos de encapuchados destruyendo todo a su paso, quemando autos y librando enfrentamientos brutales con la policía. Mientras tanto, miles y miles se agolpaban pacíficamente pidiendo que no se aprobara la ley, pero ellos no fueron el centro de atención de los mass media. 


Imágenes en vivo de las afueras del Congreso transmitidas por TN, 18 de diciembre de 2017

Asimismo, en el interior de la cámara de diputados se llevaba a cabo una larga sesión que acabaría con la aprobación de la reforma previsional, con un gobierno haciendo oídos sordos y ejerciendo represión en las calles contra su pueblo. Sin embargo, gracias al trabajo de medios dominantes, gráficos y televisivos, se logró desviar la atención pública hacia los hechos violentos, alejándola de lo verdaderamente importante que fue la pérdida de beneficios de la sociedad en general. Sólo unos pocos se habrán tomado el tiempo para buscar medios alternativos que mostraran la otra cara de lo difundido en los principales canales y diarios.  
Portada diario Clarín, 19 de diciembre de 2017
Quienes estuvieron en la marcha tienen conocimiento de la violenta represión de la policía hacia ciudadanos que reclamaban en paz. Recientemente en un conocido programa de televisión argentina, la Ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, fue indagada por el famoso productor teatral Carlos Rottemberg, quien le preguntó por qué las fuerzas no detienen a estos encapuchados que recurrentemente y de manera misteriosa se presentan en las manifestaciones y causan disturbios. Sorprendida, la ministra improvisó una respuesta un tanto infantil para salir del paso: «Esto es algo muy duro pero que hay que decirlo. Muchas veces los encapuchados se esconden atrás de familias con chicos y si vos los vas a detener puede pasar cualquier cosa». No es difícil demostrar ni darse cuenta de que sus palabras no reflejan los hechos. Basta con indagar cualquier fragmento de los incidentes captados por la televisión para ver que los presuntos violentos no se escondían detrás de ninguna familia, sino que se encontraban apartados del resto. Llegados a este punto, reflexionemos lo siguiente: ¿es posible que un centenar de gendarmes, armados hasta los dientes y entrenados para las circunstancias más límites, no pudieran detener a un grupo de personas que los enfrentaban con piedras y palos de madera? ¿Los violentos realmente eran parte del reclamo o fueron implantados para desacreditar al mismo y desviar las miradas hacia otro lado? Creo que las respuestas están ahí, aguardando a quien desee encontrarlas. 
Lo acontecido aquel 18 de diciembre es un claro ejemplo de cómo los grandes medios de comunicación pueden moldear la realidad y generar, a partir de sus imágenes, individuos pasivos hambrientos de verdades convenientes y fáciles de saciar. 

lunes, 26 de febrero de 2018

Vimanas. Un legado de los cielos


Los vestigios que nos llegan de antiguas civilizaciones a menudo demuestran que no todo es lo que parece. Aquellas cosas que escapan a la regla supuesta no son bien vistas por los grandes medios de comunicación ni por las universidades del mundo, las cuales no hacen cátedra sobre estas cuestiones. Pero el impulso por buscar la verdad siempre fue un factor determinante en el espíritu de los hombres, movilizados constantemente por la curiosidad.
En los libros de historia usualmente se elige obviar información, o bien tergiversarla. José Luis Camacho en su libro La conspiración reptiliana y otras verdades que ignoras dice que la conspiración ha forjado el destino del ser humano, y que aquellos que son llamados «conspiracionistas» en verdad deberían ser llamados «historiadores». Y es que la historia misma del hombre se ve asaltada por conspiraciones de todo tipo, que enmarañan la realidad en pos de los intereses de algunos pocos.
La Antigüedad se ve plagada de enigmas, aunque lamentablemente no sean muy divulgados. Frecuentemente la Arqueología moderna busca cubrir con una fina capa de cemento los baches que se forman dentro de su territorio, intentando explicar con argumentos en algunas ocasiones ridículos lo inexplicable. Uno de esos enigmas es aportado por la presunta existencia de máquinas voladoras de origen hindú hace miles de años. ¿Existió una civilización avanzada que surcaba los cielos hindúes en artefactos voladores? El indicio de la presencia de dichas máquinas en el pasado es proporcionado por la antigua literatura de la India.
El famoso libro Samarangana-Sutradhara es una obra clásica escrita por el rey Dhara entre el 1000 y el 1055 d.C. que aborda temas tales como la arquitectura de casas y templos hindúes, el planeamiento urbanístico de su territorio, su escultura decorativa, su pintura artística y los mudras (gestos que consideraban sagrados realizados, generalmente, con las manos) que empleaban. Sin embargo, lo realmente curioso es el apartado dedicado a los vimanas. Y he aquí la cuestión: se entiende por vimana a una antigua máquina voladora que utilizaban los dioses hindúes para trasladarse por los cielos. En el texto que nos atañe, se dan ciertas pautas que deben seguirse para la producción de dichos transportes. Así, se indica que los mismos deben ser fabricados con un material liviano, cuya elaboración debe incorporar elementos tales como mercurio, hierro, plomo y cobre. A su vez, se especifica que estos artefactos podían volar por los aires a grandes distancias utilizando la potencia de motores de mercurio. Este elemento, que según el Samarangana-Sutradhara debía colocarse en el interior del armazón de la nave dentro de cuatro grandes contenedores de acero, se recalentaba a través de un sofisticado sistema de calefacción otorgándole al vimana el poder suficiente para propulsarse. En su interior, un viajero cómodamente sentado podía recorrer largos trechos de la manera más maravillosa en aquellos tiempos. De acuerdo con lo propuesto por el texto, siguiendo estos procedimientos se podían crear vimanas «del tamaño de un templo».
Otra importante mención a estos gigantes del cielo es la que se enmarca en el Ramayana, una de las obras más influyentes de la antigua India, cuya aparición se remonta hacia el siglo III a. C. aproximadamente. En el texto épico se describen a los vimanas como aeronaves de doble piso, cilíndricas, rodeadas de ventanas ojos de buey y con una cúpula que les sobresalía desde el extremo superior. Asimismo, se detalla que estos refinados artefactos volaban «a la velocidad del viento» produciendo «un sonido melodioso» similar a un zumbido. No sería desapropiado, teniendo en cuenta la descripción de las aeronaves traída por el Ramayana, comparar a los antiguos vimanas con el concepto moderno de platillo volador, ya que casualmente ―o no―, ambas estructuras serían sorprendentemente similares.
Platillo volador moderno que encaja a la perfección con la idea de los vimanas proporcionada por el Ramayana.
Fuente: http://matrix31-laquintacolumna.blogspot.com.ar/

Los antiguos textos hindúes también detallan que existieron cuatro tipos de vimanas diferentes. El Shakuna Vimana, el Sundara Vimana, el Rukma Vimana y el Tripura Vimana. Roberto Pinotti, reconocido sociólogo italiano e investigador en el área de la ufología, expuso que el Tripura Vimana funcionaba a través de energía solar y que su aspecto era parecido al de un dirigible moderno.

De acuerdo a sus interpretaciones, el Dr. Pinotti considera que el Vaimanika-Shaastra es el texto más antiguo en abordar la cuestión de los vimanas, si bien su veracidad es discutida hoy en día. Dicho texto revela ciertas técnicas que se deberían emplear para un correcto control de los artefactos voladores, brindando a su vez imágenes y detalles de los distintos modelos de vehículos. Presuntamente fue escrito por Subbaraya Shastry entre los años 1919 y 1923 a través de la escritura mediúmnica ―método en el cual no interviene la mente consciente y lo que se produce puede ser provocado por el inconsciente del individuo, o bien por un agente externo―. De esta manera, el autor le adjudica la producción del libro al maharashi Bhardwash, un antiguo sabio de la mitología hindú, quien mediante la intercesión de Shastry habría escrito el manual. Claro que esto es muy discutible, pero no puede negarse el hecho de que la escritura mediúmnica es un método que se utiliza y la posibilidad de que logre resultados asombrosos.
Por otro lado, cabe destacar la extraña estructura con forma de campana del Rukma Vimana, que me parece inquietantemente similar a la del enigmático Die Glocke, un artefacto desarrollado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial que al parecer se impulsaba a través de la generación de ondas antigravitatorias.

Comparación entre el Rukma Vimana hindú y el Die Glocke alemán. Si bien las estructuras no son exactamente iguales, ambas tienen en su aspecto de campanario.
La «campana» diseñada por los nazis se alimentaba a través de dos cilindros giratorios que funcionaban a base de un nuevo combustible llamado Xerum 525, el que se estima que derivaba del mercurio, elemento que era utilizado como fuente de poder por los antiguos hindúes en sus míticos vimanas. El III Reich bien pudo haber contado con cierta información acerca de estos artefactos voladores y haberla aprovechado para satisfacer sus propios intereses, qué duda cabe. Pero estas son meras conjeturas, que por más lamentable que sea, probablemente nunca se puedan esclarecer, como tantas otras que atañen al mundo del misterio.
El Mahabharata es otro antiguo texto hindú que recopila datos sobre los hechos relativos a dioses y héroes de la antigua India, así como intenta develar el enigma de la creación del cosmos, entre otras cosas. Se estima que fue escrito hace unos 3500 años y sus historias datan de miles de años antes de su aparición. Charles Berlitz, lingüista de la Universidad de Yale y reconocido escritor de obras sobre fenómenos paranormales, indicó que en el Mahabharata se aborda el tema de los vimanas detallando instrucciones de cómo eran accionados. En su libro El Triángulo de las Bermudas cita una referencia del texto hindú sobre estas aeronaves, la cual reza que eran «carruajes de dos pisos con muchas ventanas que proyectaban llamaradas rojas y que volaban como cometas a las regiones del cielo y de las estrellas.»
Y los vimanas no representan la única herencia que nos llega de nuestros ancestros sobre máquinas aéreas. Otras evidencias, como lo es el avión de oro expuesto en el State Bank de Bogotá o los jeroglíficos de vehículos modernos del templo de Abidos en Egipto, nos demuestran que las cosas, tal y como las concibe la ciencia ortodoxa, no cierran en muchos casos. ¿Acaso existieron otras humanidades que dejaron sus vestigios en la Tierra? ¿Seres de un sitio remoto y ajeno a nuestro planeta lo visitaron y entraron en contacto con nuestros ancestros? La verdad es una cuestión de fe, y a fin de cuentas es usted quien elige qué creer. Lo único cierto a este punto es que aún queda mucho por descubrir en este mundo maravilloso plagado de misterios.
Arriba: escultura de oro de un presunto avión precolombino exhibido en Bogotá
Abajo: antiguo jeroglífico hallado en Abidos, Egipto, donde resaltan las figuras de lo que podría ser un helicóptero, un submarino, y otras aeronaves desconocidas











miércoles, 21 de febrero de 2018

Bienvenidos a «El Otro Lado»

La idea de crear un blog para plasmar aquello que creo que merece un análisis más profundo y actualmente no lo tiene en los grandes medios de comunicación no es nueva. Sin embargo, el curso de la vida lo lleva a uno a posponer proyectos que quizá cuentan con cierta relevancia personal pero, lamentablemente, se ven relegados por tareas quizá mucho menos interesantes pero vitales para vivir en este mundo, y me refiero a ni más ni menos que a las labores por las que se obtiene la subsistencia.

El mecanismo es sencillo: se produce para otro y se come de sus migajas. Esto se encuentra tan naturalizado que, al entrar en la vorágine de lo cotidiano, uno deja de lado otras cuestiones consideras generalmente de mayor agrado. Y así, en consecuencia a ello, El Otro Lado llega con un poco de delay. Pero, como quien dice, mejor tarde que nunca.

En este espacio intentaré desarrollar diferentes asuntos principalmente vinculados al misterio, lo paranormal y la realidad social (quizá, en ocasiones, todo eso en relación). Tocaré temas de actualidad como otros tantos misterios del pasado que, por motivos siempre similares, son olvidados o dejados de lado por grandes medios. En principio, desarrollaré un artículo semanal. Si el viento sopla a favor y todo va bien, podrán existir casos en los que publique más de uno por semana. Todo irá en relación al valor intangible más valioso: el tiempo.

Sin más, quiero agradecerles a todos por estar del Otro Lado. Aquí se aceptan críticas y se apoya a la libertad de expresión, siempre y cuando los comentarios se desenvuelvan en un marco de respeto.

Hasta pronto.

La realidad implantada: parte I

La importancia acerca de la existencia de grandes medios de comunicación que mantengan a las masas informadas no es un tema discutible en ...